La economía y la guerra
Seguramente ya escuchaste algo de la “guerra” y si no es así, amigo mío, amiga mía, es tu obligación ciudadana abrir un periódico virtual, una nota, un podcast, de perdida, un meme.
La tan afamada guerra entre Rusia y Ucrania ha venido a incomodar nuevamente a la economía mundial. En esta columna no hablaremos de lo histórico o ético, ni nos referiremos a inicios o pronósticos; nos enfocaremos en el suceso económico y como puede afectar este hecho a tu bolsillo en particular. Para comenzar, Rusia está siendo sancionada por su invasión, por varios países y empresas, lo que dificulta cada vez comerciar con este País. Petróleo y combustibles es lo que principalmente exporta Rusia, el diez por ciento del petróleo mundial es ruso, así como el cuarenta por ciento del gas en Europa, granos, fertilizantes, paladio y níquel, carbón, acero, madera, etc. El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial previnieron ya, sobre el efecto domino en tercero países, pues el aumento en dichos insumos (al haber escasez de suministro por parte de uno de los principales exportadores) están generando, entre otras cosas, inflación, que esta a punto de llegar a los ocho puntos porcentuales en este mes, marzo 2022, guarda este comentario.
Y aquí ya todo guarda sentido en relación con tu bolsillo ¿No? Te detallo con mucho gusto, cada que una guerra comienza a cobrar espacios, vidas, soberanía, etc. sin lugar a dudas la economía es golpeada. El mundo entero venía levantándose de una fuerte caída cómo lo fue la pandemia “Covid”, y el año anterior gano la batalla, o eso se pensaba, hasta este mes, en donde se anuncia la discrepancia diplomática, para después convertirse en un movimiento militarizado y materializarse en una guerra entre dos países, que si bien están del otro lado del mundo (así decíamos de la pandemia cuando comenzó y escuchábamos que en China había contingencia, y miren en que terminó.), jamás había pasado en la era moderna, sobre todo por las medidas impuestas a esta potencia económica, Rusia.
En este orden de ideas, las gasolinas se incrementaran, los combustibles, y al subir el medio de transporte de quienes comercian o intermedian la canasta básica, así es, acertaste, es lo primero que sube de costo, entonces, seguimos teniendo los mismos billetes en el País, respaldados por las misas reservas, pero cada vez alcanza para comprar menos, el poder adquisitivo se pierde poco a poco, esta inflación hace que tu sueldo se reduzca considerablemente a la hora de convertirlo en adquisiciones.
¿Ahorrar? Siempre será recomendable, sólo que ahora con mayor razón busca que la institución garantice tu deposito, y con un buen rendimiento.
¿Invertir? Pero por supuesto que es la clave, mismo caso, busca instituciones reguladas y sobre todo con respaldo ante “crisis financieras”.
¿Dólares? En concreto, revisando y especulando (porque la moneda es volátil), el dólar cerrara 2022 cercano a los veintidós pesos, centavos menos quizá, es bueno momento para que ahorres o inviertas en moneda blindada, esta no es pregunta, es afirmación.
¿Quieres otro consejo? Haz un presupuesto de gastos semanales, quincenales o mensuales, detalla incluso con centavos, todos los gastos que tienes y los ingresos; ahora, viene lo interesante: ELIMINA todo lo que no te sea de primera necesidad, al menos este año (en diciembre vuelves a contratar), llámese Netflix, HBO, doble celular, plan de datos infinito, el restaurante de cada semana, en fin, todo aquello que sabes que no morirás si no hace. De antemano sabes que esto se debe hacer siempre, pero ahora es esencial que recortes gastos para evitar pagar “demás” por servicios o productos encarecidos con un salario que no será aumentado acorde a la inflación.
Y recuerda lo más difícil de pronosticar para las economías, son las guerras, porque los acuerdos o desacuerdos que los gobiernos toman, no las sabemos todos, es cosa de unos cuantos, y un simple “tuit” puede cambiar el costo de una acción en el mercado e incluso, quebrar la empresa en la que trabajas o inviertes.
“Qué comiencen los juegos del hambre y que la suerte sea siempre de su lado”.
By César Moncayo